En el mundo de la climatización, los sistemas de aire acondicionado han evolucionado mucho más allá de simples máquinas para enfriar el ambiente. Hoy, cada equipo es una red de sensores, microprocesadores y software de control capaces de detectar, interpretar y prevenir fallas antes de que ocurran.
En una conversación reciente entre Arturo y el ingeniero técnico José Manuel Félix, de la marca Mirage, se abordó uno de los temas que más dudas genera entre los técnicos: los llamados códigos de funcionamiento anormal. Estos códigos, comúnmente confundidos con “códigos de falla”, no siempre indican un daño en el equipo, sino una advertencia temprana de que algo no está funcionando dentro de los parámetros de funcionamiento adecuados.
El lenguaje oculto del aire acondicionado
De acuerdo con Félix, los códigos de funcionamiento anormal se activan cuando el flujo de corriente eléctrica que circula dentro o fuera del sistema pierde estabilidad o se interrumpe. Esto puede deberse a múltiples causas: desde un cable inadecuado o un falso contacto, hasta una mala conexión en el centro de carga o un sobrecalentamiento por exposición al sol.
“Cuando la tarjeta electrónica detecta que la corriente que recibe o envía no coincide con los valores esperados, el sistema responde protegiéndose”, explica el ingeniero. “El código aparece en el display y el equipo detiene su operación para evitar daños en componentes clave como el compresor o los motores”.
Una cuestión de prevención, no de falla
A diferencia de lo que muchos técnicos suponen, un código no significa que el aire acondicionado esté averiado. Más bien, funciona como un sistema de alerta temprana. El microprocesador interno del equipo —equipado con un software de control— evalúa constantemente los valores eléctricos de cada componente. Si detecta anormalidades, emite un aviso y detiene la operación para proteger la integridad del sistema.
Los ingenieros de Mirage destacan que la mayoría de los códigos se deben a problemas en la instalación eléctrica. Un cable de calibre inadecuado, una tierra física deficiente o un termomagnético de baja calidad pueden generar fluctuaciones que el sistema interpreta como anormales.
Además, factores ambientales como el calor directo del sol pueden alterar la conducción del voltaje, provocando resistencia en el cable de alimentación o de comunicación y, en consecuencia, la activación del código de alerta.
Diagnóstico profesional: la clave está en el flujo eléctrico
El equipo técnico de Mirage subraya la importancia de que los técnicos realicen diagnósticos más amplios y profesionales, considerando todo el trayecto de la corriente eléctrica, desde el medidor hasta la unidad interior del sistema.
En sus capacitaciones, explican cómo revisar el módulo IPM (Módulo Inteligente de Potencia), el motor del aspa, el compresor y los arneses de conexión utilizando herramientas como el multímetro y el megómetro. Estas pruebas permiten verificar tanto la resistencia como el aislamiento eléctrico, asegurando que los componentes estén dentro de los valores correctos.
“El objetivo no es solo reparar”, afirma José Manuel Félix, “sino entender el comportamiento eléctrico del sistema para garantizar su vida útil y eficiencia”.
Hacia la profesionalización del oficio técnico
Desde Mirage, la iniciativa Especialistas Mirage busca precisamente eso: profesionalizar el oficio del técnico en aire acondicionado. A través de videos, cursos y contenidos gratuitos en plataformas digitales, la marca comparte conocimientos prácticos y fomenta la cultura del diagnóstico responsable.
Los códigos de funcionamiento anormal son, en realidad, un ejemplo de cómo la tecnología está ayudando a que los equipos sean más inteligentes y seguros. Entenderlos es comprender que la verdadera falla no está en el equipo, sino muchas veces en la instalación o en la calidad de los materiales utilizados.
🔹 En resumen:
Los códigos de funcionamiento anormal no son un enemigo, sino una herramienta de protección. Son la voz del sistema advirtiendo al técnico: “algo en el flujo eléctrico no está bien, revísame antes de que sea tarde”.
Y esa, sin duda, es una de las formas más claras en las que la tecnología sigue trabajando a favor de la eficiencia, la seguridad y la profesionalización del servicio técnico.
